martes, 26 de marzo de 2013

Degradación de la solera del garaje.

Los suelos de los garajes de los edificios se realizaban tradicionalmente acabando su capa de rodadura con un hormigón regleado. En el mejor de los casos con ayuda de una regla vibrante que le confería un aspecto rugoso, ideal para el tránsito de vehículos.

Esta solución tradicional, presentaba el problema de que resultaba difícil de limpiar, pues el polvo se metía por las rugosidades de la capa superior y resultaba difícil sacarlo.
El acabado tampoco resultaba muy adecuado para pintar las plazas de garaje puesto que los áridos sobresalientes de la superficie del conjunto se rozaban con el paso de las ruedas y la pintura se degradaba rápidamente.

Las soleras evolucionaron hasta las actuales soleras pulidas, realizadas con hormigón "in situ" al que se añaden productos que endurecen su superficie de rodadura. Se consigue con ello una capa muy plana, que resulta fácil de limpiar y sobre la cual la pintura de las plazas de aparcamiento dura muchos años sin degradaciones importantes.

Para las rampas de comunicación y acceso a las plantas de garaje se emplea la técnica de aplicar un gofrado mecánico que conforma una textura rugosa a la superficie final de la solera. De esta forma se facilita el agarre de las ruedas de los coches al transitar sobre ella.


Degradación de la solera de un garaje.
Degradación de la pintura sobre la solera de un garaje.


Pero, como ocurre siempre. los hormgones deben ejecutarse con la correcta relación arena/cemento que permita que los áridos más finos queden fijados al resto de la masa.

DESCRIPCIÓN.
La foto muestra la prematura degradación de una solera tras sólo un año de uso del garaje, por menos de la mitad de los vecinos del inmueble. El resto de los pisos permanecen sin vender.
Apenas se intuye que se trata de la plaza reservada para minusválidos, dado que la pintura se ha desprendido del soporte ante la falta de consistencia del mismo.

Degradación del acabado superficial de una solera.
Degradación de solera.

DESCRIPCIÓN.
En el caso de la rampa, pasa lo mismo, el gofrado mecánico aplicado, visible en la parte de la derecha de la fotografía, se encuentra erosionado por el paso de los vehículos tal como se observa en la parte izquierda.
Se aprecian ya claramente los áridos del hormigón sin revestimiento alguno.

CAUSAS.
La causa puede ser múltiple. En este caso son dos.
De una parte una falta de cemento en la composición del hormigón que forma la solera.
De otra, una deficiente composición de la capa de remate, o una ausencia o grave falta de los aditivos endurecedores que debe llevar.

REPARACIÓN PROPUESTA.
1.- Aspirado completo de todo el garaje para limpiar el pavimento de restos de arena y polvo desprendidos.
2.- Aplicación de un producto consolidante que agarre los áridos al soporte.
3.- Nueva ejecución del acabado superficial de la solera.
4.- Nueva ejecución del gofrado de la rampa.
5.- Nuevo pintado de las plazas y demas señalización horizontal de la superficie.

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