Refuerzo de viga.

Pilar apeado.

Las estructuras se diseñan y calculan para una geometría y condiciones, que deben parecerse sensiblemente a la realidad construida. Aunque, en el fondo, las estructuras trabajan a su aire por así decirlo, y terminan sorprendiéndonos con su comportamiento, es mejor que su construcción se aproxime fielmente a lo proyectado.

El pilar del semisótano no continúa en las demás plantas.

DESCRIPCIÓN.

La foto superior muestra una vivienda adosada, cuya estructura consiste en pórticos de acero de dos vanos. Disponen de un pilar intermedio, que es el que se ve en la foto, y pilares en las fachadas laterales.

Como puede observarse, el pilar azul, no continúa en la planta baja ni en la primera, donde se sitúan dos pilares superpuestos que no coinciden en vertical con el que se muestra. Se sitúan a la izquierda de este y están ocultos por la fachada.

Detalle de la doble viga colocada en uno de los vanos.

DESCRIPCIÓN. 

Plano general y de detalle de un refuerzo estructural motivado por un cambio de disposición de los pilares durante la obra. La propiedad ordenó el desplazamiento de un pilar casi un metro respecto de su posición de proyecto lo que eliminó la continuidad vertical de los pilares y creó pilares apeados sobre una viga. Como la viga no se había calculado para esta situación, fue preciso reforzarla de manera preventiva en evitación de males mayores.

JUICIO TÉCNICO. 

Un pilar apeado es aquel cuya base no descansa sobre la vertical de otro pilar sino sobre una viga. Es una situación relativamente común que se produce en rampas de garaje, portales, etc.

No reviste problema alguno su construcción salvo el hecho de tenerlo en cuanta durante el desarrollo del proyecto y en el cálculo.

Cuando la situación de pilar apeado sobreviene en el transcurso de la obra, provocado por decisiones unilaterales de alguno de los agentes intervinientes, puede llegar a transformarse en un problema serio si el edificio tiene más de tres o cuatro plantas. 

Para edificios menores como es el caso, simplemente se trata de recalcular la estructura y proponer su refuerzo de manera que permita soportar la nueva situación de cargas.

ACTUACIÓN EFECTUADA. 

Consistió en la colocación en la parte inferior de la viga de hormigón, la que soportaba el pilar apeado, de una viga metálica formada por dos perfiles HEA soldados en paralelo.

Los  apoyos laterales de la viga de refuerzo se efectuaron mediante unas placas de soldeo ancladas a  muros de hormigón mediante cuatro tornillos de alta resistencia. El apoyo central se realizó mediante un cajeado de la sección de los perfiles de forma que pudieran soldarse al pilar que había en el centro del vano.

Una vez soldada, se aportó manualmente un mortero sin retracción para rellenar el espacio existente entre la parte superior de la viga de acero y la parte inferior de la viga de hormigón. El objeto de este relleno era absorber las pequeñas diferencias entre las vigas, debidas a flechas u errores constructivos y facilitar de esta forma que las posibles nuevas deformaciones, pusieran en carga a las dos vigas a la vez.