Oxidación en viguetas.

Oxidación de armaduras.

 Las semiviguetas, son uno de los componentes más habituales de los forjados de hormigón unidireccionales. Están formadas por una parte inferior, denominada zapatilla, de hormigón armado o pretensado, que alberga una armadura de redondos de acero. La parte superior se constituye con un redondo de acero corrugado unido mediante alambres inclinados a la armadura contenida en la zapatilla.

Una vez hormigonada con su correspondiente armadura de refuerzo para los momentos flectores de signo negativo ( armadura de negativos ), se constituye en una vigueta ( de ahí su nombre de semivigueta ). Hay tantos modelos como patentes pero esta es su composición básica.

Despegue de yeso por oxidación de armadura de vigueta.

DESCRIPCIÓN. Desprendimiento del yeso del techo de un local comercial, por efecto del aumento de volumen provocado por la oxidación de las armaduras de una vigueta del forjado.

JUICIO TÉCNICO. Las semiviguetas, como elementos prefabricados que son, están sometidas a controles de calidad durante su proceso de fabricación. Sin embargo no están exentas de errores como todo lo que fabrica el ser humano. Es deber de la dirección facultativa, rechazar aquellos materiales de obra cuya fabricación sea defectuosa o no se ajuste a las normas y procesos de fabricación establecidos.

En el caso que nos ocupa, la armadura de positivos, situada en la zapatilla de la vigueta, se encontraba demasiado cerca de su contorno exterior por lo que sufrió los efectos de la humedad del ambiente más de lo normal. La humedad se introdujo a través del revestimiento de hormigón y se puso en contacto con las armaduras de acero. Esto provocó que se oxidaran. La oxidación de un metal trae consigo su aumento de volumen aparente. Este aumento de volumen, reventó el hormigón de la zapatilla e incidió sobre el recubrimiento de yeso del techo haciendo que se desprendiera de su soporte y cayera sobre el suelo.

REPARACIÓN PROPUESTA. Se trata de un desperfecto de mediana incidencia dado lo localizado que está y que el resto del local se mantenía en buen estado. Basta con aplicar un producto pasivizador, que detenga la oxidación, posteriormente una pintura de protección exterior y volver a dar el yeso en la zona afectada.