lunes, 3 de septiembre de 2012

Infiltración por fachada por falta de mortero en las juntas.

Fachadas de ladrillo cara vista.

Denominamos así a las fachadas constituidas por piezas cerámicas aparejadas con mortero de cemento.
Una de sus funciones fundamentales es garantizar el correcto aislamiento, frente a los agentes atmosféricos, de las estancias del interior del edificio. Son la primera barrera contra la intemperie, por así decirlo.

Llagas y tendeles.

Se denominan llagas a las juntas verticales entre ladrillos.
Se denominan tendeles a las juntas horizontales entre ladrillos.
Al conjunto de llagas y tendeles se le denomina juntas.

Fábrica de ladrillos "a hueso".

Se entiende que una fábrica de ladrillo, colocado "a hueso" es aquella que las piezas cerámicas no presentan al exterior llagas ni tendeles rellenas con mortero, sino una pequeña separación entre las piezas. La traba de la fábrica se confía a unas formas especiales que disponen los ladrillos en tabla, que permiten alojar una cierta cantidad de mortero sin que este sea visible al exterior. Normalmente, en este tipo de fábricas, no se rellenan las llagas.
Cuando se construye una fachada con este tipo de aparejo, se confía la estanquidad de la fábrica a otros elementos del detalle constructivo, como enfoscados interiores o láminas adheridas al trasdós.

Fachada con llagas sin relleno.
Detalle de fachada de ladrillo cara vista.

DESCRIPCIÓN. Fábrica de ladrillo cara vista normal con los tendeles rellenos de mortero coloreado blanco y las llagas carentes de relleno alguno.

JUICIO TÉCNICO.
Existen muchas fábricas donde se rellenan los tendeles y no se rellenan las llagas. El objeto de esta manera de construir la fachada, es la apariencia estética final. Se consigue con ello una dominante horizontal que ha sido usada desde hace muchos años en los edificios de nuestra ciudades.

No obstante, siempre que se recurre a esta solución constructiva, se tiene en cuenta a la hora de realizar los trasdosados y el aislamiento de la cámara de aire, al objeto que la humedad no se introduzca al interior.

Lo que no puede permitirse es que se suprima el relleno de las llagas en un intento de ahorro de costes, como es el caso, sin adoptar otra medida compensatoria.

El resultado de esta mala práctica es la infiltración generalizada del agua de lluvia al interior de la cámara de aire a través de las juntas entre ladrillos que han quedado abiertas.

REPARACIÓN PROPUESTA.
No cabe otra que rellenar manualmente todas y cada una de las llagas con un mortero muy fluido. El trabajo que esto supone con el edificio terminado y habitado es enorme. El tiempo de su ejecución es también muy grande dada la dificultad de ejecución de la obra que se propone.

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