viernes, 20 de julio de 2012

Dilatación de fachadas.

Patología por dilatación de fachada.

Pese a que somos conscientes que los materiales de construcción, se dilatan y contraen con los cambios de temperatura, muchas veces confiamos los resultados de un proyecto a un comportamiento de los materiales que no es ni de lejos el que realmente tienen.

Ya he comentado en otros post, que los ladrillos cara vista se dilatan y contraen más de lo que parece.
También que tienen una cierta tendencia a aumentar de tamaño, de manera casi inapreciable, durante los primeros veinte años tras su colocación, debido a que absorben humedad.

Este hecho, comprobado por estudios recientes, obtiene como conclusión que el propio proceso de cocción de la arcilla en el horno, que lleva asociada su deshidratación, es compensado por el material, de manera natural absorbiendo ( y no cediendo posteriormente ) humedad del ambiente que lo rodea.

Pese a que la cantidad de humedad que absorbe de forma permanente, es casi despreciable, lo cierto es que realiza esta absorción durante un periodo de entre diez y veinte años. La dilatación asociada  a la absorción, se mide en décimas de milímetro, pero al ir sumando deformaciones, estas llegan a tener un valor considerable y nada despreciable de cara al proyecto de una fachada, que hacen más necesario que nunca la disposición de las conocidas juntas de dilatación, usadas tradicionalmente.

Plano general de un agrietamiento por dilatación.
Detalle del agrietamiento anterior.
DESCRIPCIÓN. Las fotos muestran un plano general y de detalle del agrietamiento sufrido por un peto de balcón de forma circular. La importancia del movimiento se comprueba por las infiltraciones que se observan las cuales se deben al agua introducida entre la fábrica del peto y el forjado.

JUICIO TÉCNICO.
Todos podríamos pensar que no plantea problemas la dilatación de un paño curvo dado que por su geometría, es más fácil que el movimiento quede absorbido.
Nada más lejos de la realidad, lo cierto es que si "calentamos" una curva, la tendencia natural es a aumentar el radio de la misma. En definitiva a hacerse más grande como en cualquier otra dilatación.

En el caso que nos ocupa, este aumento de diámetro supone, de facto, que la superficie de los ladrillos que apoya en el canto del forjado para su sustentación, se ve disminuida, lo que provoca una grieta y la consiguiente infiltración de agua por la misma.

REPARACIÓN PROPUESTA.
En este caso concreto, el desplazamiento era tan grande que hizo preciso la fijación mecánica de la fábrica entre sí al objeto de darle continuidad y también la fijación al cando del forjado de forma que no hubiera peligro de vuelco sobre la vía pública.

Tras esta fijación, fue preciso reimpermeabilizar todas las terrazas afectadas, para garantizar su estanquidad.

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