La marca disponía de dos sistemas de fijación básicos.
De un aparte los conocidos ganchos de acero galvanizado que abrazaban las correas, metálicas o de madera, de la formación de pendiente del tejado.
De otra, los tornillos de rosca salomónica, que permitían anclar la placa a las correas de madera.
Esta última opción permitió sustituir muchas de las antiguas coberturas de tejas o pizarra de las construcciones tradicionales, por coberturas a base de placas de fibrocemento. Bastaba atornillar a las viejas correas para fijar la nueva cobertura, más ligera y fácil de colocar.
El sistema debía estar bien ejecutado. De una parte los taladros debían efectuarse en la parte alta de la onda de la placa. De otra, tanto los ganchos como los tornillos se debían rematar superiormente con una junta de estanquidad de goma. Posteriormente de neopreno.
Infiltración por cubierta de fibrocemento. |
DESCRIPCIÓN. Típica infiltración en cubierta de fibrocemento debida a la falta de estanquidad del encuentro entre el tornillo de fijación y la placa, por no haber colocado la junta de goma.
JUICIO TÉCNICO.
La manera normal de hacerlo era realizar con un taladro una perforación en la placa e introducir por él el tornillo hasta llegar a la pieza de madera donde se fijaba.
Posteriormente se daban unos golpes con el martillo y se remataba a rosca.
La fijación del tornillo en muchos casos era lo suficientemente fuerte como para impedir la penetración de agua por el encuentro con la placa puesto que este debía estar atornillado a conciencia.
No obstante, si no se colocaba la caperuza de protección de goma, con el paso de los años y los movimientos de contracción y dilatación que sufren los materiales de la cubierta, tarde o temprano terminaba por existir un pequeño punto de infiltración que goteaba cuando llovía.
REPARACIÓN PROPUESTA.
Cabe distinguir dos casos.
Si, como consecuencia del goteo, la madera está afectada por humedad y pudrición, lo mejor es desmontar las placas y sustituir las correas deterioradas por otras nuevas, para posteriormente realizar una nueva fijación de las placas.
Si la madera está en buen estado, es suficiente con desenroscar el tornillo, poner una junta nueva y volver a colocarlo en su lugar.
También se obtienen excelentes resultados de durabilidad si colocamos, en vez de una junta de goma o neopreno, una arandela de plomo.
Desaconsejo por completo la solución a base de pegotes de "pintura roja" dada su poca efectividad y escasa durabilidad.
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"Infiltración en cubierta de fibrocemento"
Agradecimientos. Agradezco a mi compañero D. José Álvarez Guerra, su aportación a la redacción de este escrito.
Hola. He descubierto esta mañana tu blog y no he parado hasta ahora: ¡me lo he visto enterito!
ResponderEliminarTe felicito por la iniciativa y por su contenido, muy interesante. Aunque no lo parezca, también me dedico a la misma profesión... y en la misma demarcación.
Un saludo,
Tomás
Gracias por tus amables palabras. Si encuentras alguna "gamba" me lo comentas, por favor. Yo corrijo los post regularmente pero seguro tengo muchos errores.
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