Los relacionaré de menor a mayor.
AHUMAMIENTO.
Cuando el vidrio se situa lejos del foco del fuego, o se vé afectado poco tiempo por el mismo, lo único que le pasa es que sufre un ahumamiento. Su superficie se ensucia por efecto del humo en el ambiente del edificio siniestrado. El humo se pega a su superficie haciendo que esta presente un aspecto translúcido que, en casos extremos, puede llegar a ser opaco.Ahumamiento del vidrio de una ventana por incendio. |
ROTURA POR DILATACIÓN.
Si el fuego afecta la superficie de los cristales de manera más directa, o por más tiempo, se produce la rotura de los mismos como consecuencia de la dilatación térmica.Como se sabe, el vidrio es un elemento que es muy rígido, por lo que no admite dilataciones. Al calentarse por estar afectado por el fuego, se agrieta y estalla de forma violenta.
Este estallido puede venir también motivado por el aumento de la presión del aire en el interior del edificio, como consecuencia de la formación continua de humo y la falta de ventilación. Si el humo no tiene por donde salir, buscará el punto más débil, que suelen ser los vidrios de las ventanas.
Estallido de un vidrio tras un incendio. |
FUSIÓN.
Si el cristal está sometido a una temperatura superior a la de su punto de fusión, estimado en 1.700º C. directamente se funde adquiriendo una consistencia plástica y fluyendo de su posición inicial, en forma de gotas de distintos tamaños. La viscosidad del material puede hacer que las gotas, en su descenso, se adhieran a las superficies de las paredes, o se depositen sobre el suelo bajo las ventanas.Vidrio fundido bajo la ventana. |
DESCRIPCIÓN.
La foto muestra dos gotas de vidrio fundido, adheridas durante su descenso a la pared de termoarcilla de la fachada.
CONCLUSIÓN.
El estado que presentan los distintos vidrios de una edificación afectada por un incendio nos permite determinar la magnitud y evolución del mismo y hacernos una idea de las temperaturas alcanzadas durante el siniestro.
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