martes, 24 de septiembre de 2013

Puerta caballar.Puerta caballeriza.

En nuestro hacer diario podemos encontranos con elementos constructivos de las edificaciones, que no sepamos identificar, o llamar por su nombre.

En esta subsección del apartado de toma de datos, me iré refiriendo a elementos de la arquitectura tradicional que son poco conocidos y que merecen una especial atención por su interés.


Puertas caballares.

En mi ámbito de trabajo, solemos denominar así a las puertas, generalmente de entrada a las edificaciones, compuestas por dos hojas superpestas sin marco intermedio.
El término caballar supongo procede de su similitud con las puertas de los establos donde se alojan los caballos.



Puerta caballar.
Puerta caballar en la salida al huerto de una vivienda.

El objeto de la forma que presentan estas puertas no es otro que impedir la entrada de animales al interior de la vivienda permitiendo, a su vez, la entrada de ventilación e iluminación a las estancias de la misma.

Resultaba frecuente atar a los caballos a la puerta de casa, mientras se tomaba un bocado o se cambiaban las herramientas para ir a otra finca. Al objeto que el ganado no entrase en casa, pero sin tener que llevarlo al establo, se disponían unas argollas fijadas a la pared de la edificación. A ellas se ataban las ganaderías.

La tendencia natural de los animales era la de seguir a su amo al interior de las estancias.
Al objeto de evitarlo se construyeron este tipo de puertas que permiten al animal inspeccionar el interior de la casa sin acceder a ella.

También impedían el acceso a la casa a los animales que transitaban por la calle.
Para el caso de los estabulamientos de caballos, dada su gran curiosidad, les permitía observar las labores que se realizaban en el establo sin salir de su propio recinto.

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