miércoles, 29 de agosto de 2012

Incendio. Evolución en el tiempo.

Cuando se produce un incendio en un edificio, se genera una gran cantidad de humo, resultado de la combustión de los materiales y enseres que se van consumiendo por el fuego.

Este humo generado necesita salir al exterior y dispersarse en la atmósfera por lo que busca cualquier hueco abierto para evacuarse. Los huecos naturales de los edificios son las puertas y ventanas de las fachadas.
Pese a que puedan encontrarse cerradas, el incendio es capaz de reventar los cristales y buscar por este punto un lugar para salir al exterior.

Son por tanto las ventanas puntos importantes que nos ayudarán a determinar la evolución en planta del incendio y por tanto su desarrollo en el interior del edificio.
Salida de humo por la ventana.
Ventana afectada por el humo.

DESCRIPCIÓN. Ventana de la fachada de una edificación para vivienda unifamiliar, tras un  incendio que afectó parcialmente al interior de la misma.
Como puede observarse, la salida del humo por el hueco ha ennegrecido toda la carpintería,  la parte superior de las jambas laterales, el cargadero y finalmente, el canalón situado en el alero de la cubierta.

Evacuación de humo.
Ventana con un grado mayor de afectación por el humo.

DESCRIPCIÓN. Al observar otro hueco del mismo edificio, se aprecia como la mancha de humo es mucho más intensa, el canalón está totalmente destruido, las tejas del alero se han visto afectadas y  en general, los efectos del humo son mucho mayores en todo el hueco.

CONCLUSIÓN. Resulta fácil reconocer que el humo salió con más intensidad en la zona de la vivienda donde se sitúa la ventana de la segunda fotografía y se fue extendiendo al resto del edificio hasta afectar a la ventana de la habitación que se ha mostrado en la primera foto.
Con este indicio nos podemos hacer una clara idea del punto donde se inició el incendio y su evolución posterior.

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